A mi abuelo Gervasio.
NOS ENSEÑASTE
Tú nos enseñaste,
a ser pintores y
Nos diste todos tus sabios conocimientos
En el tema y animaste a tus nietas
A pintar.
No eras un Machado ni un Hernández
Tan solo eras un Pimentel Fernández.
Nos diste hermosas poesías,
Que dedicaste a tus nietos y a tu mujer.
También amaste la música y
Nos la enseñaste.
El amor y las palomas
Eran tus aficiones más bellas.
Madrid, 11 de junio de 1996